¡Hola, comunidad!
Lo prometido es deuda, así que le voy a abrir fichita a un par de películas de Kôichi Saitô, y la verdad es que en ambas vamos a encontrar algo en común: gente buscándose a sí misma, y haciéndolo además en un entorno rural.
Vaya por delante que si uno investiga un poco, encuentra malas críticas de ambas. Que no os engañen: tanto ésta como
Tsugaru jongarabushi son estupendas, aunque la segunda tal vez sea aún mejor. En
Journey into Solitude quien se busca a sí misma es una quinceañera y quien representa todo aquello de lo que huye es su madre. Tiene mucho de
road movie y muchísimo de autodescubrimiento: sexo lésbico, otro tipo de vida, compromiso, amor con un hombre mayor... hasta que siente que por fin ha encontrado una vida significativa en la que está a gusto consigo misma.
Lo sé: mientras escribo este comentario me vuelvo a dar cuenta de que no hay nada realmente original. Y no lo hay, es la sensibilidad de Kôichi Saitô lo que le da personalidad propia. Si habéis tenido la desgracia de leer mi comentario, por ejemplo, de
The Morning Schedule, de Susumu Hani y del mismo año que la que nos ocupa, ya sabréis que, cuando están bien hechas, estas narraciones sobre el autodescubrimiento adolescente me gustan. Qué le voy a hacer.
Espero que a vosotros también os guste.