jidaigekipedia.comNo preguntesAntes de nada hay que decir que
Samurai from Somewhere no tiene absolútamente nada que ver, argumentalmente hablando, con la supuesta primera parte titulada
Samurai from Nowhere. Además no es cosa del título internacional (
Dojo Challengers 2) ya que el original japonés también la sitúa como continuación (
Zoku Dojo Yaburi), a pesar de ser de directores diferentes. Lo que sí mantenemos es el dúo protagonista formado por Tetsuro Tamba e Isamu Nagato, aunque esta vez nos quedamos sin Shima Iwashita para alegrarnos la vista.
Siguiendo un poco con el tema de los títulos, considero que el internacional es el que consigue relacionar un poco la temática de ambas películas. La primera historia trata de retadores de dojos que hacen lo posible por ganarse la vida y sobrevivir, no proviniendo ninguno de ellos de familias reconocidas; "samuráis sin orígenes". En cambio en la historia que hoy comento los personajes principales pertenecen a un clan, tienen una posición social respetable, y precisamente una duda sobre sus lazos familiares es la desencadenante de la acción; "samuráis con orígenes".
Sinopsis: Takanaka (Isamu Nagato) es el joven heredero del dojo Tamiya, en el que se enseña desde hace tres generaciones el estilo de combate Tamiya Shinken. Un día, sin motivo aparente, el muchacho asesina a su futuro cuñado Shinnosuke (Bunta Sugawara), negandose a justificar lo ocurrido ante nadie. Su padre y sus compañeros de la infancia deciden alejarle del clan para intentar evitar problemas mayores, pero sus inexplicables ataques de locura no terminarán ahí. Será su viejo amigo Shohei (Tetsuro Tamba) quien se encargue de investigar los sucesos.
Se trata de una obra muy interesante, que ahonda un poco en la estricta relación paterno-filial que se da en las familias de alcurnia. Los padres se ven obligados a separar el amor que sienten por sus hijos del respeto que deben a sus antepasados, casi siempre poniendo la continuidad y el honor del apellido familiar por encima de los vínculos sanguineos.
Las coreografías de acción con espadas de madera son, al igual que en
Samurai from Nowhere, de exquisita factura, aunque esta vez tengamos que lamentar que para un mayor desarrollo de la trama se sacrifiquen minutos de acción. De hecho, escribo este comentario un par de días después del visionado y creo recordar que tan solo al final se desenvainan katanas de verdad.
En conclusión, mismos protagonistas y una historia diferente para cerrar este desconocido ciclo de dos películas titulado
Dojo Challengers. Muy recomendables ambas y no hace falta verlas en orden.