Ayer vi por fin este, en palabras de narusiano, «tremendo Gosho». Lo primero que se me ocurre comentar –uno es
hibarita degustador de
misoradas, qué se le va a hacer– es que, en esta película, Hibari
no canta. ¡Toma espóiler!
Por cierto, de eso de la sinopsis:
....una joven (Hibari Misora), famosa estrella de la canción infantil y futura estrella del cine de acción (...)
...hay que aclarar que Hibari fue y es estrella de la canción (japonesa) y punto, nada de «canción infantil», por cierto que sea que empezó muy joven, y que para 1955 ya llevaba varias películas hechas, incluidos animados jidais con asertivos papeles «de acción», pero de todos modos se me hace raro llamar a eso «cine de acción»
Para ser de 1955, la copia que circula está en bastante malas condiciones: imagen sucia, ruido de fondo; sobre todo lo primero es un estorbo, pues las caras se ven con frecuencia desfiguradas y se hace difícil reconocer a actrizazas como Isuzu Yamada o Keiko Kishi (que no sale mucho y no debería figurar primera en el reparto: de hecho, en los créditos sale al final, como «featured», junto a la Yamada). Obviamente, esto –la condición de la copia– juega en contra del disfrute de la peli. Que no es, por lo demás, precisamente una comedia –por mucha Hibari que salga–: al contrario, es un dramón en torno al mundo de los prostíbulos, que fácilmente recuerda a Mizoguchi por la temática. En realidad, se trata de la adaptación de un relato homónimo (
Takekurabe, de 1895-1896, es decir, escrito sólo un año después de los hechos que la peli relata, en plena era Meiji) de Ichiyō Higuchi: es decir, la misma escritora a la que se deben los tres relatos reunidos en
Nigorie/Muddy Water de Tadashi Imai (1953). De hecho, fueron las similitudes con la película de Imai lo que me llevó a indagar sobre el guión y su procedencia
Por cierto, la wikipedia inglesa dice que la película se conoce con varios títulos, a saber,
Adolescence,
Growing Up Twice,
Growing Up y
Child's Play; en todo caso, el título japonés significa literalmente «Comparando alturas»: cosa relacionada, desde luego, con eso de «crecer». «Crecer», sí, pero no de cualquier manera: aquí lo que importa es cómo y, sobre todo, dónde: el entorno de Yoshiwara, el «barrio del placer» que había en Tokio. Chicas nacidas y criadas para ser prostitutas de lujo («oiran»): los padres, sin ningún complejo, tirando adelante en la vida a costa de vender en serie, hasta con orgullo, a sus hijas (aquí, la Kishi, ya veterana
oiran, y la Misora, preadolescente a la que sólo le falta llegar a su primer periodo para poder iniciarse en la profesión). Otros padres prefieren entregar a sus hijas como concubinas de algún ricachón: da más prestigio. Así lo hace el padre de Shinnyo (Takashi Kitahara), el adolescente chico protagonista: el padre es nada menos que sacerdote, pero no tiene el menor reparo –al contrario, está orgulloso– a la hora de
vender a su hija, y tortazo va para el que se queje (el infeliz Shinnyo). He aquí la clase de «crecimiento» e iniciación en la vida adulta de la que se trata en esta dura película. Supongo que es por eso por lo que narusiano la describió como «tremendo Gosho».
Del reparto, aparte de los de la ficha y los que ya he nombrado, hay un buen montón de caras conocidas: Zeko Nakamura, Mitsuko Yoshikawa, Takeshi Sakamoto, Eijiro Yanagi y Choko Iida, entre muchos otros. Y en cuanto a Gosho, qué decir: es uno de esos poco conocidos grandes clásicos, junto a los Shimizu, Shimazu, el propio Imai, etc., que han quedado muy eclipsados por el célebre triunvirato Kurosawa-Ozu-Mizoguchi (+Naruse haciendo cuña para subirse al podio). En este casa tenemos fichadas de Gosho creo que cerca de una veintena de películas. El hombre dirigió 100 (redondas), según jmdb al menos. Nos queda mucho por conocer de este director...
Los subs del equipo Vitale (firmados por Y. Kawabata) son, como es costumbre, excelentes; no obstante, les encontré una pega. No sabiendo japonés, realmente no puedo juzgar, pero hay algunas expresiones fuertes en los subs españoles («eres un borde», «cállate, so puta», etc.) con las que no tendría ningún problema en una peli de los 1970 en adelante, pero que no me encajan en una película de 1955. Dudo que en el original se gaste un lenguaje comparable. No sé si eso vendrá de unos subs ingleses previos (a mí me pasó con la de Ronin gai de 1957, que no tuve más remedio, por no caer en la hipercorrección, que traducir literalmente esas palabrotas que me resultaban tan fuera de lugar –«joputa«, «cabrón», etc.– en una peli de esa época)...