Dicho por delante que me ha parecido sensiblemente inferior a Love Battlefield, pero como decálogo de salvajismo e inhumanidad la película solo se me ocurre clasificarla como brutal. Casi parece más un tratado cinematográfico de tono experimental sobre la violencia y la deshumanización que la acompaña que una película comercial al uso.
Y sobre el final (joer, parece que todos los finales de este director traen polémica), no me ha parecido que desentonara con el tono del resto del filme. Que tenía que morir todo el mundo estaba cantado, y lo de un moribundo Edison Chen abriéndole la barriga a la mujer en medio del templo budista y sacando al niño, aparte de entrañablemente psicodélico no queda mal como punto final.