Película intensísima y muy recomendable. Una primera parte vital y apasionada -en un sentido amplio- que da lugar a una continuación llena de desazón, desidia, liviandad, desesperación... la narración en esta parte es más flojilla y, a lo mejor, un poquito larga, pero la peli en conjunto me ha encantado. Más allá de la idiosincrasia de los personajes y de los hechos que les toca vivir, creo que plantea temas universales con el acierto suficiente para encender la máquina de pensar.
P.D: A los que os interesen los hechos de Tiananmen, y no lo conozcáis ya, os recomiendo vivamente el libro "El lago sin nombre" de Diane Wei Liang. Ella también estudiaba en la Universidad, en Pekín, en 1989 y participó en las protestas prodemocráticas que terminaron con la matanza de Tiananmen; en este libro cuenta todo lo que sucedió "desde dentro".