Ambientada durante la ocupación japonesa de Corea (años 20), The age of shadows es una película sobre la resistencia. Sobre las personas que formaban un grupo de ella, al menos. Argumento que sirve (los chinos lo saben bien) para no pocas dosis de reivindicación nacionalista, pero que en manos de Kim Jee-woon (A bittersweet life, The good, the bad, the weird, I saw the devil, etc. etc.) da para mucho más. No en vano, es un de los directores más importantes del cine coreano actual.
La película se mueve entre la acción (tiene algunas escenas, como la inicial, realmente espectaculares en su desarrollo) y la intriga, basada en el doble juego (como cualquier película que se precie en el género, después de todo). El resto es una buen plantel de actores y la tensión necesaria para sobrepasar los cientro treinta y pico minutos de rigor, que parecen exigir los tiempos (ya no sé yo si los espectadores). Kim Jee-woon tiene el oficio necesario para sostener todo esto y aportar algo más.
Seguramente no es una de sus mejores películas, pero, como digo alguna que otra vez, las obras menos buenas de algunos son las obras maestras que nunca rodarán otros muchos.