Siete años después de Man behind the sun, Mau Dui-Fai volvía al tema de la ocupación japonesa en China, pero no al campo de experimentación 731, que le había ocupado en la primera entrega, sino a Nanking, que los más avispados habréis relacionado enseguida con City of love and death. Y es que efectivamente, Mau Dui-Fai trata los mismos hechos que la superproducción china, lo cual ya es un motivo más que interesante para acercarse a ella. Pese a lo que pueda parecer, Mau Dui-Fai no hizo las películas con intención "explotación", ni mucho menos con inclinaciones gores. Quería reflejar aquellos hechos, que en el momento de las películas estaban perfectamente ignorados por el interés de los americanos y japoneses (como ya contaré en Man behind the sun), pero era imposible hacerlo desde el punto de vista documental puesto que no había ninguna imagen de esto. Todo había sido cuidadosamente destruido. Tocaba pues reconstruir aquellos horrores, y el director lo hizo con gran riqueza expresiva, lo cual ha convertido a Man behind the sun en uno de esos monumentos incontestables del cine más brutal.
Black sun contó con un presupuesto mayor que su anterior película (además de ser más "asequible", sin ser fácil) y eso hizo que se ganara en riqueza visual (que no llegará a la City of love and death, por si alguno tiene alguna duda). En principio, tenía que formar parte de una trilogía, pero Mau Dui-Fai no volvió a rodar nada más (pese a que se le atribuye erróneamente Trilogy of lust).