jidaigekipedia.comUn mundo de campesinosKihachi Okamoto dirige esta interesante película con tintes humorísticos, que nos cuenta de una forma desenfadada algunos de los incidentes que tuvieron lugar en las filas de los imperialistas a finales del periodo Bakumatsu.
Sinopsis: la tropa de Sekiho recibe el encargo de avanzar en vanguardia de las fuerzas del Emperador, poniendo a los ciudadanos a favor de la restauración, y evitando de esa forma el enfrentamiento con los soldados. Gonzo es uno de los miembros del escuadrón, y se le concede el favor de regresar a su pueblo natal portando la melena del león rojo, símbolo del comandante de Sekiho. Una vez allí, llevará a cabo su restauración particular.
En primer lugar, los hechos referentes a la tropa Sekiho son completamente verídicos, y el único escuadrón que tuvo otra suerte fue el segundo, que dirigía el ex-capitán del Shinsengumi Mikisaburo Suzuki. Ojo a la curiosidad; quien haya visto el anime de Kenshin o leído el manga, sabrá que el personaje Sanosuke Sagara pertenecía a este mismo ejército de Sekiho.
Toshiro Mifune borda un papel que, al igual que sucedía en
Rise Against the Sword, le venía como anillo al dedo. Gonzo es un hombre inocente, idealista, y de comportamiento violento. La melena roja, que con tanto orgullo luce para diferenciarse de los campesinos, le sirve de licencia para hacer y deshacer a su antojo dentro de la aldea. Por su parte, los 50.000 soldados imperiales que vienen de camino son el aval que necesita para atemorizar a los tres hombres más influyentes de la zona. En tres días consigue hacer realidad el sueño de una restauración ideal, liberando a las prostitutas, cancelando las deudas, poniendo a los humildes campesinos al mismo nivel que los ricos comerciantes, y desatando la euforia colectiva.
Okamoto siempre se ha caracterizado por mezclar géneros de forma excelente, y eso es lo que hace aquí con esta parodia de un evento verídico, triste, y sumamente dramático. Como en el comunismo, de la teoría de la restauración a la práctica se presenta una diferencia abismal. En palabras del guardaespaldas Hanzo: "tan sólo cambiará el emblema de la triple malvarrosa".
Para concluir, me quito el sombrero ante los extras que participaron en
Red Lion. Como en las películas de Akira Kurosawa, aquí todos ponen una entrega y un cariño encomiables para, no sólo no desmerecer, sino engrandecer esta maravillosa obra que recomiendo a todo buen aficionado al cine.