Vista también.
El regreso de Oryu. Aquí siento que hay un tono distinto con las otras películas, a lo mejor exagere, a lo mejor me confunda, pero es como si Oryu a pesar de ser la protagonista, diera un paso al costado, se corriera levemente de escena.
Nuevamente al final, aparece con el pelo suelto, en medio de la pelea, ya se suelta un poco más, si no me confundo.
Aquí ya, Oryu aparece mucho más consumada como jugadora y en la destreza con el puñal, sin olvidar su destreza con el revolver.
Es decir, no duda en usar el arma de fuego para defenderse a distancia y tampoco le huye a la lucha cuerpo a cuerpo.
También hay que decir que son contadas las ocasiones en la que este persona mata. Se defiende, corta y demás. Pero es raro que mate gratuitamente.
También he notado lo duros que eran en aquellas épocas y geografías, porque hasta que no les sorrajan el estómago desde ángulos distintos, los tipos no caen.
En esta oportunidad, una aldea de campesinos no puede hacer frente al pago de unos impuestos (igual, soy pésimo contando estas cosas
)
Oryu debe prometer ir de perfil bajo, pero algunas injusticias la obligan a salir a la luz.