Me he hartado finalmente de las películas surcoreanas de propaganda anti-japonesa. Son unos pesados con este tipo de películas, si no hubiera visto que la juventud surcoreana y la japonesa se llevan bien, creería que están cerca de la guerra.
Si puedo evitarlo (o sea, leyendo un poco las sinopsis, que nunca lo hago
), esta será la última anti-japonesa que vea.
De hecho tras más de una docena de años cayendo una y otra vez en este "género" surcoreano, habré picado viendo más de 20, lo que han conseguido es que dude muchísimo de que lo que cuentan sean hechos reales, lo de esta película por ejemplo es de "mira que malos malos malos son los nipones", ridículo. Andaré con ojo con estos temas, que los japoneses perdieran la guerra no da derecho a sus enemigos a que puedan invertarse barbaridades, y que ellos no puedan defenderse ante estas acusaciones.
No me gustó.