Siendo un film de Ringo Lam, y con Simon Yam, Shu Qi, y unos cuantos secundarios habituales del humor cantonés, pensé que iba a ver una comedia de acción bastante mejor, pero lamentablemente se queda en una tontería descafeinada donde apenas se salva algo. Quizá esas escenas de artes marciales de Simon Yam con estilo de lucha flamenco. El resto es totalmente prescindible.
Y eso que está bien rodada, ahí se nota la mano de Lam. Pero es que el guión es una tontería de principio a fin, un vehículo para provocar algunas escenas cómicas y algunas peleas insustanciales. El humor es muy básico, muy simplón. Siempre digo lo mismo: quizá a los hongkoneses este humor amarillo les priva y se dejan el bazo riendo en la sala, pero yo necesito algo más intrincado, más elaborado, más inglés. Así que como mucho puedo sacar una sonrisilla de vez en cuando. En el resto, me aburro.
De modo que para verla una tarde intrascendente puede valer, pero se queda en un Ver si no hay otra cosa. Para ver obras de Ringo Lam hay otras mucho mejores donde elegir.