Pues oye, me ha gustado. Y mira que para mi es una película hecha caminando sobre el hielo. Muy a menudo pensaba: verás que ostia se da ahora. Pero no. Pasa velozmente por todo y va a lo que tiene que ir, joder, que es el caos y la destrucción. Nada de amorcitos, politiqueo y cosas raras. Gordon Chan es un tipo solvente y ha hecho de todo, incluido ese clásico que es Beast cops. Eso seguramente le salva de nubes de colonia, fijador y otros problemas de la modernidad chino hongkonesa. Si uno repasa la película, la verdad es que le importa un huevo todo. Corta las historias donde le da la gana y se va a donde quiere. Es como la escena final (en la ciudad), que uno no sabe de donde cojones sale la gente, ni a donde va ni de donde viene, pero oye, nos da igual, porque hay la intensidad necesaria (joder, el cine hongkonés se basa en no hacerse preguntas porque uno está muy ocupado viendo las que se están dando).
Eso sí: los efectos especiales son los que son (cuesta encontrar un humano) y el nacionalismo chino de cuerpos semidesnudos al sol en anuncio de reclutamiento de soldados para el gran ejército no falta. Ya sea de época o de ahora mismo. Les da igual.
En fin, para pasar dos horas agradables, con un wuxia moderno que no renuncia a su historia.