Qué sería de Hong Kong, de un cierto Hong Kong, sin la Milkyway. Algún día nos deberíamos preguntar qué es la Milkyway, no como productora sino como una manera de entender el cine. Se habla de cine de autor y le otorgamos esa etiqueta a directores que se lo merecen infinitamente menos que esta constelación de películas y gente dispersa. En fin.
Trivisa es, de nuevo, el intento de otra cosa, con Johnnie To detrás y la gente que ha creado ese mito que es hoy por hoy su productora. Puede que el planteamiento inicial ya sea conocido (tres historias que se buscan), pero es el tono, es algo que nos hace decir que es una película de la Milkyway, además de sus actores y su calidad técnica y de guión. Tanto es así que poco importa que cada una de esas historias (supongo) la haya dirigido uno de esos tres directores noveles.
El argumento nos lleva hasta tres ladrones, cada uno un mito. Los tres parecen destinados a encontrarse. Nos encontramos en 1997, Hong Kong va a pasar a China, y cada uno arrastra sus frustraciones y sus desilusiones y sus retos (y alguno su experiencia con las autoridades chinas). Y no se necesita más. Conjugando un sentido del tiempo notable, sin especial necesidad de recurrir a la acción (¿soy yo o últimamente les ha dado por poner el sonido de los disparos más real, lo cuál les hace sonar más falsos?), Trivisa apuesta por el humor, la ironía, el suspense y la promesa de algo.
En fin. Sí, para mi es otra de las películas del año. Como casi siempre que surge Johnnie To por el medio, que parece que es de los pocos que no ha perdido la cordura sin haber perdido su vocación de hacer un cine de género y comercial. Además de permitir encontrarnos con un Jordan Chan en forma, un Richie Ren inspirado y un Gordon Lam concentrado, que seguramente ofrece la mejor interpretación (pienso que el suyo es el mejor episodio, aunque cada uno tiene su nivel y su tono).