A mí me ha parecido una deliciosa y excelente comedia. Para ser la primera película sonora del cine japonés, se observa una gran maestría y madurez en el manejo de los recursos fonográficos, que hacen acto de presencia oportunamente y con fundamento, y no al "tuntún", como sucedía en muchas talkies estadounidenses de la época.
¡Yo quiero ver más de este director!
Un saludo