¡Esa peña atrapada en una paradoja espaciotemporal!
¡Qué maravilla de película! ¿Os acordáis de
Summer Time Machine Blues? Pues es exactamente el mismo espíritu: desenfado, risas y viajes en el tiempo. ¿Es una peli de pandemia? Pues posiblemente, porque es mínima, rodada en plano secuencia y en una misma localización. Y con eso, Junta Yamaguchi firma un debut tronchante. Ya os digo: vengo del futuro y os ha encantado. ¡Vivan las pelis de 70 minutos!
La mínima sinopsis: el dueño de un café se descubre a sí mismo en la pantalla de su televisión y se anuncia que lo que está viendo es su propia versión del futuro dos minutos después. A partir de esa premisa, la historia irá atrapando a los diferentes personajes que pueblan ese café hasta llegar a una conclusión asombrosa.
En
esta reseña, que contiene spoilers, ya os lo aviso, Kiko Vega (de quien he sacado la sinopsis, así de vago soy) dice que es a la revitalización de las pelis de paradojas temporales lo que
One Cut of the Dead fue a la revitalización de las pelis de zombis, y no va mal tirada. Es tan descarada, que en un momento en el que intentan explicar lo que está pasando mediante el Efecto Doreste, usan la misma imagen que la entrada en la
Wikipedia. Resulta que estuvo en Sitges en 2021 y ganó algún premio, y yo ni me enteré.
Es una auténtica gozada de simpática, sencilla y divertida.