Sí, yo también echaba de menos a este KKD. La película me ha gustado bastante, me ha recordado lo que significa que los ojos escuezan frente al televisor; todo es puro ki-duk, desde la historia a su tratamiento, pero al mismo tiempo hay toques nuevos, como un mayor peso de la palabra. Sin embargo, algunas cosas no me han gustado tanto: el cambio del personaje me ha parecido un tanto brusco y violento; su interpretación, rígida y falta de carisma (no así la de ella), y el tercio final de la película se retuerce un poco más de lo necesario, en mi opinión, factores por los cuales no la considero a la altura de sus otras grandes obras.
A pesar de todo, es una buena película, 100% disfrutable, sangrante y recomendable. Y que deja con muchas ganas de ver más de él, y pronto.